RUTA PLIEGO-LA ALMOLOYA
PLIEGO-MURCIA
28 de septiembre de 2021

BREVE COMENTARIO SOBRE LA RUTA.
La Almoloya es un yacimiento arqueológico perteneciente a la Cultura argárica, situado en el municipio de Pliego, en la Región de Murcia, que se desarrolla en plena Edad del Bronce, entre los años 2200-1550 a.C. Asentado en el cerro epónimo, su ocupación se desarrolló a lo largo de 600 años. Se considera uno de los asentamientos más importantes de dicha cultura. Se dio a conocer en 1944 y en el año 2013 empezaron estudios sobre el lugar, en el marco del proyecto de investigación arqueológica de La Bastida de Totana.

IMÁGENES CAPTURADAS DURANTE EL RECORRIDO DE ESTA RUTA.

MARÍA

PACO TORROGLOSA

AGUSTÍN AZNAR

PACO BLANCO

RECORRIDO DE LA RUTA.

COMENTARIO COMPETO DE LA RUTA PLIEGO-LA ALMOLOYA-PLIEGO
El comentario es una aportación de los compañeros de los Grupos de Historia, Flora y Fauna.

La Almoloya es un yacimiento arqueológico perteneciente a la Cultura argárica, situado en el municipio de Pliego, en la Región de Murcia, cuya cronología se desarrolla en plena Edad del Bronce, entre el III y II milenio a.C, (años 2200 a 1550 a.C.). Asentado en el cerro epónimo (persona o lugar que se usa para nombrar a un pueblo, concepto u objeto), su ocupación se desarrolló a lo largo de 600 años. Se considera uno de los asentamientos más importantes de dicha cultura. El yacimiento fue dado a conocer en 1944 por Emeterio Cuadrado. En el año 2013 empezaron los nuevos estudios sobre el lugar, en el marco del proyecto de investigación arqueológica de La Bastida de Totana.
La Almoloya se encuentra ubicada entre los municipios de Pliego (situado en la comarca del río Mula, con 3847 habitantes en 2019 y una altitud de 308 sobre el nivel del mar) y Mula, en el centro de la Región de Murcia. El cerro que le da nombre cuenta con una altitud de 561 metros y una superficie total de 3.800m² con una estructura caliza, plana y llana, junto a amplios campos forestales (40% de la superficie total) y parajes de vegetación natural. El terreno posee importantes barrancos, como también numerosos cerros y cadenas montañosas que superan los 500 metros de altitud, desde el que se goza de un amplio dominio visual de gran parte de la Comarca del Río Mula.
Geológicamente, La Almoloya se presenta como un cerro testigo de un amplio sinclinal, que es un pliegue de la corteza terrestre que se forma por los efectos tectónicos de la dinámica terrestre. Su masa es parte de un potente banco calizo desaparecido en los contornos, perteneciente a las formaciones eocenas (de la época geológica que abarca desde el Paleoceno al Oligoceno, entre 0,1, y 0,2 millones de años), constituidas principalmente por conglomerados y calizas. El camino y subida a La Almoloya está situado en dirección sudoeste. El ascenso al cerro es muy complejo pues presenta varios desniveles, además de ser estrecho por lo cual solo permite el ascenso de una persona a la vez.
El acceso al agua se obtenía por manantiales cercanos como La Portuguesa (a 2100 metros), las Anguilas (a 2200 metros) y Fuente la Higuera (a 3300 metros).
El yacimiento de La Almoloya presenta un asentamiento en el que habitarían aproximadamente 250 personas entre los años 2200-1550 a.C, es decir, que estuvo activo durante más de 600 años, siendo un centro de concentración política y riqueza de primer orden dentro del territorio político.Luego de ese tiempo, las ruinas quedaron en total abandono.
Los pobladores de La Almoloya vivían en una sociedad jerarquizada, vertical o piramidal, eso significa que había personas que daban órdenes y que funcionaban por mecanismos de obligación para que otras personas obedecieran.
Dentro de El Argar desarrollaron técnicas cerámicas sofisticadas. Su minería y la metalurgia era bastante avanzada, con el bronce, la plata y el oro (que extraían de minas inclusive de Sierra Morena, a 300 km. de distancia), se trabajaba en las armas y las joyas.
Los hallazgos realizados en el lugar, llevados a cabo por investigadores desde el año 2013, dentro del proyecto La Bastida de Totana, ha podido poner de manifiesto el rico patrimonio arqueológico que aquí yace, indican que La Almoloya, era un centro político-administrativo que guardaba y concentraba las riquezas de la cultura Argárica en la Edad de Bronce.
Se han logrado descubrir ciertas estructuras como complejos residenciales, edificios, además de hogares ceremoniales. Muchas de las estructuras y paredes se encontraron con pintura que hacía alusión a un estilo Argárico basado en diseños con motivos geométricos, como lunares, rayas, círculos, triángulos y además diseños naturalistas.
Dentro de las excavaciones, se logró descubrir una cisterna de abastecimiento de agua de forma ovalada, que pudo contener hasta 12.000 litros. Sus muros estaban recubiertos por espesas capas de arcillas y margas que servían como impermeabilizantes.
El asentamiento de La Almoloya se componía de viviendas que ocupaban la plataforma superior del cerro, separadas por calles estrechas y drenajes, al parecer, protegida por un recinto defensivo de piedra en los flancos oeste, sur y noroeste de la cumbre del promontorio.
Por la gran solidez y perfección en la edificación de partes del asentamiento, éste presenta algunos rasgos únicos en la Europa pre-histórica. Su construcción se basó en muros de piedra, revestidos con capas de mortero y terminaciones con cal usada como conglomerante, que da cuenta de lo sofisticada que fue esta cultura, ya que para la elaboración de la cal se necesitan procesos estructurados y hornos a 900°C.
Las viviendas incluyen varios edificios residenciales de 300 metros cuadrados, con entre ocho y doce habitaciones cada uno, que se utilizaban para diversos usos domésticos, además de trabajos de metalurgia, molienda de cereal, telares y almacenamiento.
Las techumbres estaban compuestas por palos cubiertos con ramajes y capas de barro solidificado.
En La Almoloya se encontró un palacio algárico, que cuenta con una sala de setenta metros cuadrados, con un podio ceremonial y que pudo servir como lugar de reuniones, audiencias y celebraciones. Posee una capacidad de 64 asientos contiguos a la pared, con un alto techo soportado por doce postes con distribución en zigzag. Se cree que en este edificio palacial se pudieron reunir individuos, políticamente destacados, de alto prestigio y poder, y que desde ese lugar se tomaban las decisiones gubernamentales que afectaban a su población. No se encontró vestigio alguno de edificación destinada a la celebración exclusiva de ritos y ceremonias sagradas. La tumba de la llamada mujer de plata o dama de la diadema (de entre 25 y 35 años) fue hallada dentro de una urna en el subsuelo de este edificio, con múltiples ofrendas funerarias que incluyen piedras semipreciosas y objetos de oro, plata y bronce.
En La Almoloya, los enterramientos presentan dos formas de inhumación: en cista(hueco en el suelo a modo de fosa) y en urna. Durante el recorrido de investigación arqueológica y excavaciones, se constató la presencia de aproximadamente 76 tumbas entre individuales y dobles situadas en el subsuelo de las viviendas. Entre ellos 55 adultos, 33 mujeres y 22 varones, además de 28 infantes en fases tempranas de edad.
El examen científico de varios esqueletos sugiere que el cabalgar fue una actividad masculina habitual, y también que realizaban una intensa actividad física con el brazo derecho. Los varones de la clase dominante manejaban armas de bronce o cobre, como espadas. Por otro lado, se detectaron evidencias de que algunos padecían enfermedades infecciosas pulmonares.
Se piensa que la sociedad argárica desapareció por una mala gestión de sus recursos naturales a causa de un desastre ecológico causado por el hombre que tuvo mucho que ver con la deforestación a la que sometieron a esta zona.

11 comentarios:

  1. Una muy bonita ruta. A la que se a sumado la amena guía en la Almoloya Eva Celdran

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  2. Por las bonitas fotos puedo decir que me he perdido una magnífica ruta

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  3. Naturaleza, cultura, deporte...👍👍👍

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  4. Fue una una ruta espectacular no sólo por la belleza del paisaje si no por el conocimiento que nos aporto la visita a las ruinas argaricas de la Almoloya impartidas por la arqueóloga, y por supuesto el reencuentro con los compañeros de ruta

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  5. Después del relato de la arqueóloga nos podemos hacer una idea de lo que ha pasado el ser humano para llegar hasta hoy a través de cientos de miles o millones de años. Ahora unos pocos humanos han convencido a otros pocos para inventar y construir unos artefactos que menos de una decena de ellos puedan usar apretando un botón para acabar con toda la humanidad, es más, puede que con todo vestigio de vida. Lo sarcástico es que dicen ser los adalides de nuestro futuro.

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  6. En fila india, de la cabeza a la cola bajo la sombra de los pinos y volviendo de la misma manera, respetuosos y disfrutones subimos al Asentamiento de la Almoloya. QUE MARAVILLA...

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  8. Muy bonita ruta con perfecta señalización de los senderos y muy interesante la aportación de la guía

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  9. Muy bonitos los paisajes y muy buenas fotografías.

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